Reto 3
En el ámbito de la Policía
Nacional se establecen periódicamente, y tal y como se hace en múltiples
empresas u otros organismos, planes de actuación estratégica, que marcan las
pautas a seguir en el futuro para avanzar, transformarse y dar una mejor respuesta
y servicio a la sociedad.
Voy a analizar dos líneas
estratégicas que están directamente relacionadas con este curso, y que se
traducen ya desde hace años en políticas públicas encaminadas a la consecución
de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres:
La primera es la
de fomentar la igualdad de género en las unidades que conforman el ámbito
funcional/operativo y de gestión dentro del CNP, y, dentro de sus responsabilidades
como autoridad de control, en el ámbito de las empresas de seguridad privada.
Para ello se establecen como
objetivos, ya implantados casi todos ellos, los siguientes:
-
Consolidar la igualdad de género en la gestión
de los recursos humanos.
-
Mejorar las condiciones de representación y
empoderamiento de la mujer en la Policía Nacional.
-
Continuar con la aplicación de los criterios de
paridad en la constitución de los órganos colegiados de selección (Tribunales
de acceso y los encargados de seleccionar a los aspirantes a ascensos).
-
Implementar las medidas necesarias para
garantizar la concurrencia en condiciones de igualdad de la mujer o del
progenitor distinto a la madre biológica en los procesos de ingreso o promoción
interna de la Policía Nacional.
-
Afianzar la igualdad de género en la gestión de
los recursos humanos.
-
Potenciar el desarrollo de políticas de
igualdad de género, impulsando medidas de formación y sensibilización.
-
Promover la igualdad en los puestos ocupados por
mujeres en todas las áreas de trabajo.
-
En los ámbitos de la formación, ha de impulsarse
la igualdad de género, por ejemplo en la propia plantilla docente de la
División de Formación y Perfeccionamiento.
-
Establecer las políticas de igualdad de género
como temas de vital importancia en las pruebas de acceso, en la posterior formación
para el ingreso, en la actualización y en cada uno de los cursos de promoción o
ascenso.
En la estructura de la Policía
Nacional, tanto a nivel central como periférico, se lleva a cabo una labor de
inspección, monitorización previa, anticipación y control del cumplimiento de
estos objetivos por parte de la denominada Oficina Nacional para la Igualdad
de Género (creada en el año 2018) encargada también de identificar las situaciones vulnerables, si
las hubiera, y proponiendo, en su caso, medidas restauradoras y/o mitigadoras
cuando detecta posibles áreas potenciales de discriminación.
Se encarga del mismo modo de
implementar medidas para favorecer la conciliación de la vida personal y
laboral, la corresponsabilidad, así como la mejora de las condiciones de
representación y empoderamiento de la mujer en la Policía Nacional.
Esta Unidad desarrolla, entre
otras, las siguientes funciones:
-
Operar como Observatorio en materia de igualdad.
-
Actuar
como Delegada para la Tutela de la igualdad.
-
Realizar los informes sobre el impacto de
género de las medidas y políticas que se desarrollen en ámbito CNP.
-
Velar por la igualdad de oportunidades
profesionales entre mujeres y hombres.
-
Establecer Planes de Formación en Igualdad de
Género y campañas de sensibilización para el personal de la Policía Nacional.
Antes hice referencia a los niveles
Central y Periférico en los que se desarrollan las funciones CNP, y en donde se
han creado unos puntos de contacto encargados de llevar a cabo estas funciones
en su ámbito territorial.
El impacto positivo de estas
políticas se traduce en el mayor número de mujeres qué año a año entran en el CNP,
en la mayor concienciación del colectivo policial en relación con la necesidad
de avanzar de cara a la igualdad efectiva en los ámbitos laboral, económico y de
representación.
Del mismo modo se puede
observar que la presencia de la mujer en los puestos de responsabilidad tanto a
nivel territorial como en los organismos centrales ha crecido de manera
exponencial en las últimas fechas, habiendo ya varias mujeres alcanzado Subdirecciones
Generales dentro de Policía Nacional.
Esto último se puede comparar
con lo que pasaba 25 años atrás, época en la que la presencia de la mujer en
puestos de mando podía tacharse como de testimonial, y nula en puestos de alta
responsabilidad.
Como limitaciones podemos
señalar que como en cualquier organización, empresa o incluso en la misma
sociedad puede haber ciertas reticencias a la hora de afrontar cualquier tipo
de cambio, derivadas de años de implantación de ciertos estereotipos, roles y
actitudes que de manera subjetiva e inconsciente se tienden a seguir
manteniendo.
La segunda de las
líneas establece que esta Institución (CNP) ha de conseguir ser referente
en la lucha contra la violencia de género y sexual.
La propia Ley Orgánica 1/2004
de medidas de protección integral contra la violencia de género, en su
preámbulo, incide en que la violencia contra la mujer es una “manifestación
de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de
los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean
o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por
relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”
Para conseguir o más bien
consolidar ese puesto de referencia en la lucha contra estas violencias, han de
conseguirse en los próximos años los siguientes objetivos, algunos de ellos, desde
mi punto de vista, ya implementados y ordenados en normativa como la ya antes
mencionada LO 1/2004:
-
Optimizar la respuesta en protección y atención
de las víctimas e investigación de los delitos de violencia contra la mujer y
sexual, mediante un tratamiento integral y especializado.
-
Perfeccionar los mecanismos de coordinación con
otras instituciones y administraciones, persiguiendo la “unidad de acción”.
-
Mejorar el tratamiento policial de las personas
más vulnerables que son víctimas de estos delitos, eliminando las barreras que
les impida acceder a los servicios policiales.
Estas políticas, que se
mejoran de modo progresivo, se implantaron como dije ya en el primer decenio del
siglo XXI, con la instauración en CNP de las unidades UFAM, que se dedican a la
investigación y protección de este tipo de violencias, por parte de funcionarias
y funcionarios con un alto grado de especialización e implicación, tanto en la
vertiente de la investigación y represión como en el de la protección de las
víctimas de violencia de género.
Estas unidades ya colaboran de
forma activa con otras instituciones como órganos judiciales, fiscalías
especializadas, servicios sociales tanto a nivel local como autonómico y otros
organismos como colegios de abogados y procuradores, para llevar a cabo las
antes mentadas unidad de acción y colaboración institucional.
El impacto de estas políticas
ha sido innegablemente positivo y apreciable en las últimas fechas, logrando
concienciar a la ciudadanía y a las víctimas de violencia de género de la
necesidad de implicarse en la lucha contra estas violencias y consiguiendo que
muchos episodios de este tipo, que antiguamente no se denunciaban, salgan a la
luz.
Como aspecto negativo podemos
incidir en la limitación de medios a la hora de afrontar y perseguir este tipo
de delitos.
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